lunes, 16 de junio de 2008

Palabreando

Luis E. Mejía Godoy

(TOMADO DE MARGENCERO.COM)

Una canción es un río de palabras. Se seca cuando no hay compromiso con el arte. Entonces sólo es un camino de piedras, como palabras maltratadas.

Leo y releo las palabras propias y ajenas. Todas esperan pacientes el gozo de ser robadas y llevadas a ese infinito lugar sin fronteras, donde habitan las palabras palabreadas...

Suenan las palabras, como truenos, pero a veces no llueve...

Allí está la palabra, esperando como una piedra. Hasta que llegue la mano del poeta y le de una forma, un color, un alma...

Mi pueblo analfabeto ha sabido construir la palabra
con su propio acento y su voz inédita y sencilla.

Deja que mi corazón le ladre a la luna de tu pecho…

El poeta es un dios frustrado, intentando reinventar su Paraíso…

Dijo la injusticia: Dame una ciudad y la llenaré de niños hambrientos.
Dame un planeta y lo sembraré de basura. Dame un pueblo y lo haré esclavo. Dame un artista y perseguiré sus ideas. Dame la esquina de una ciudad y la llenaré de putas. Dame un corazón y lo llenaré de odio. Dame un periódico y lo llenaré de mentiras. Dame un Gobierno y lo haré corrupto. Dame un partido político y lo llenaré de traidores. Dame una conciencia y la compraré... Dame un Dios y lo llenaré de aduladores…

Quisiera sentarme sobre las rodillas de mi padre, donde nunca estuve.
Poder tocar el abanico de sus alas. Escuchar su tos de cigarro en el campanario de su pecho. Ver de cerca el retrato de Gardel, sonriendo, que siempre llevó en sus pupilas. Pero mi padre, como yo, sólo tuvo rodillas para su guitarra y anduvo trovando a la vida y a las cosas sencillas con los hijos en el alma…

Para volar, más que alas, hay que tener imaginación.

De lo único que me arrepiento en mi vida,
es de lo que no he hecho todavía…

No solo tenemos el derecho, sino el deber de ser felices…

Debemos encarcelar la corrupción,
pero también es urgente liberar la honestidad

El amor goza de buena salud
cuando logramos un espacio propio
para cada uno.

Hoy es uno de esos días tristes, oscuros y deprimentes,
hoy no saldré de mi casa —dijo el caracol.

Ya estoy cansado de este mundo de mierda -dijo el inspector de excusados.

Pensando en vos estaba —le dijo uno— ya no te morís.
Y el otro, que había decidido suicidarse,
tuvo que conformarse con seguir viviendo...

Los silencios del corazón son más profundos
que todas las preguntas de la conciencia.

La vida es solución, no problema.
El problema es no saber vivirla.

La última batalla que ganó mi padre fue contra la muerte. Lo vi en sus ojos de niño dibujando un arco iris con el último adiós de su mano caminando hacia el atardecer. Por eso no lo lloré con lágrimas sino con canciones.

No negarle al cuerpo
la carne
No negarle al alma
el espíritu
No negarle al cerebro
la imaginación
No negarle al corazón
la pasión
No negarle a los sentidos
el deseo
No negarle el deseo
a la imaginación

Mis canciones vivirán sin mí, eso lo sé,
pero necesitan de vos para que no mueran.

Era un tipo tan distraído que perdió el tiempo.

La Revolución es la más hermosa canción aún no escrita.

El hombre es el único animal que transforma la vida...
y el único que la destruye.

Entre tu ignorancia y la mía... la verdad es la Utopía.

Entre dar y recibir... el amor es lo que queda.

Para tocar la música no sólo hay que tener buen oído,
si no sobre todo, buen tacto, para dejarse tocar por ella...

Cuando el hombre habite la luna, también la convertirá en un basurero.

El que se quemó con virgen, ¡hasta las veladoras sopla!

Indio comido, ¡jamás será vencido!

Canto, luego exijo...

Ahí están con su música por dentro, las palabras. A veces, danzando, enloquecidas, con los sonidos del silencio...

Escribo las palabras, y como barquitos de papel, las pongo calle abajo, corriendo todos los riesgos.

El Jazz nació del canto de los esclavos negros.
Desde entonces nadie ha podido impedir la libertad de su música.

Palabras más, palabras menos. No es asunto de acumularlas como objetos de consumo. La palabra no es un artículo de lujo aunque a veces se la envuelva en papel celofán y se venda en la vitrinas de los centros comerciales.
Es más bien, el más humilde plato de barro hecho con amor. Una pajarita de papel en los ojos de un niño, o simplemente el sonido de la flauta que Dios toca cuando está reinventado la vida...

Soy una página en blanco llena de silencios, abismos, preguntas y secretos,
dispuesta a llenarse de palabras, atizando el fuego de la imaginación, buscando, hurgando, sonsacando, entotorotando, palabreando...

La guerra es la excusa más estúpida para ganar la paz.
La paz a veces es solamente una insignificante tregua de la intolerancia.

La guerra es un negocio redondo, como el hueco de la muerte...

La vida es el milagro silvestre, manifestándose todos los días.

Quizás sea mejor que perseguir las utopías, dejar atraparse por ellas.

De vos aprendí a esperar
de mí aprendiste a insistir.

Los dos decidimos
vivir el espacio de cada uno
sin dejar de ser cada cual,
aprendiendo...

Un sueño reprimido es un orgasmo frustrado...

Yo no abandoné el vientre de mi madre, me hicieron abandonarlo. Bien que estaba yo ahí adentro, dueño absoluto de mi espacio maternal, cuando llegó la partera y mi abuela para obligarme a enfrentar la vida. Fue la primera vez que me separaron de mi madre y nunca he olvidado esa confusión, el trauma terrible: viajar de la tibia oscuridad interior a la terrible y cegadora luz exterior. Desde entonces, cada vez que nos encontramos con mi madre,
nos reconocemos como una misma carne y una misma sangre,
y nos contamos los días vividos.

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